En el área de la programación nos encontramos con un problema al cual hay que encontrarle una solución por medio de los algoritmos representados con código.
Pero no solo en esta parte radica hacer la solución, también nos encontramos en armar una arquitectura, un diseño de base de datos, o un balance de componentes de tecnologías distintas que convivan entre si y juntos sean la solución.
El entender que el realizar un software de una manera la cual funcione bien, es decir, que cumpla su trabajo, dando la solución y esta solución sea segura, balanceada, escalar y todas esas características de calidad, implica que es una de las tantas maneras de haber creado la solución, más no es ni la mejor, ni la peor, pero si una de tantas.
A inicios del siglo 20 por allá de 1900 se reunieron un grupo de matemáticos, una asamblea donde a uno de estos matemáticos llamado David Hilbert, se le ocurrió plantear algunos problemas a resolver (desde entonces nos gustaba complicarnos), uno de esos problemas es el llamado Entscheidungsproblem (problema de decisión) el cual propone lo siguiente:
¿Existe un algoritmo el cual pueda decirnos si un cálculo de primer orden es un teorema valido?
En palabras más simples, existe un algoritmo que pueda decirnos si un enunciado lógico es demostrable.
Es aquí un punto crítico en la historia de la computación, ya que gracias a este problema alguien llamado Alan Turing y alguien llamado Alonzo Church demostraron que era imposible tal algoritmo pero también demostraron que en la computación se puede encontrar una solución de distintas formas.
Alan Turing creo la máquina de Turing la base de la programación imperativa y por su parte Alonzo Church creo el cálculo lambda la base de la programación declarativa.
La programación imperativa se ha convertido en la base de paradigmas de programación como la programación Orientada a Objetos, en cambio, la programación declarativa lo vemos en paradigmas funcional o lógico (prolog), de hecho, hoy en día el combinar los paradigmas es el pan de cada día.
Al final, nosotros creamos algoritmos que darán con la solución a un problema, pero siempre hay formas distintas de hacerlo, con menor o mayor abstracción, con menos líneas o más líneas de código, como sea, siempre habrá maneras distintas de tener una solución.
El objetivo de este texto es entender que si estamos programando y no damos con la solución, es bueno comenzar de nuevo esa parte y pensar cómo se haría de una manera distinta, no cerrarnos al primer camino en el cual nos quedamos atorados, sino entender que siempre hay otra forma de hacerlo.
Esto aplica tanto para programar, para diseñar una base de datos, para la arquitectura de software, bueno, aplica para toda etapa en el desarrollo de sistemas.
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